Una fragancia natural y femenina, discreta y seductora. El frasco moderno, urbano y carismático evoca el concepto artístico que ha inspirado el perfume: la mítica ciudad de Nueva York. 212 es el prefijo telefónico de Manhattan, isla perfecta donde sus prominentes edificios forman ...Una fragancia natural y femenina, discreta y seductora.
El frasco moderno, urbano y carismático evoca el concepto artístico que ha inspirado el perfume: la mítica ciudad de Nueva York. 212 es el prefijo telefónico de Manhattan, isla perfecta donde sus prominentes edificios forman un conjunto que empieza y termina en sí mismo. Distante y cercana, amenazante y llena de vitalidad, el inicio del todo o la nada.
Su aroma es optimista, energético, el olor de la vida. Representa la mujer del nuevo milenio: joven, dinámica, con ganas de comerse el mundo. Desprende una estela floral con notas cítricas de salida que se suavizan con la gardenia y finaliza con el toque sensual de maderas y musc.